El gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, admitió este viernes que la economía de su país sufrirá este año el peor resultado desde 1990, luego de reconocer que en el 2014 hubo un estancamiento severo, cuando solo creció un 0,1 %.El bajo crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de la mayor economía de América Latina el año pasado, el menor desde 2009, salvó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, de terminar su primer mandato con números negativos, pues hasta el propio Banco Central esperaba una contracción y no la descarta en 2015.
El emisor admitió que espera este año una contracción del 0,5 %, porcentaje optimista en comparación con el proyectado por los economistas del mercado (-0,83%) y por el previsto por la principal patronal industrial de Brasil (-1,4 %). De confirmarse cualquiera de las tres previsiones, la economía brasileña sufrirá en el 2015 su peor resultado en los últimos 25 años, desde la contracción del 4,35 % que registró en 1990. Igualmente supondrá el primer resultado negativo, tras las bajas tasas de crecimiento en los cuatro años del primer mandato de Rousseff (3,9 % en 2011, 1,8 % en 2012, 2,7 % en 2013 y 0,1 % en 2014), que contrastan con la expansión del 7,6 % alcanzada por Brasil en 2010, último año de gestión de Luiz Inácio Lula da Silva. El estancamiento económico en 2014 fue causado, según los especialistas, por la fuerte bajada de la producción industrial (-1,2 %); la caída del 4,4 % de la inversión, su peor resultado desde 1999, y el flojo crecimiento del consumo de las familias (0,9 %), el desempeño más bajo desde 2003.
Agencias
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